martes, 1 de abril de 2014

Enciclopedia online de violencia masiva

Internet se ha convertido en el lugar donde todo se puede encontrar. Desde que apareció la Wikipedia, la principal enciclopedia 'online' abierta a la participación de cualquiera que quiera compartir sus conocimientos (o sus ganas de divertirse a costa de la credulidad de los demás) han surgido las más diversas páginas que recopilan información sobre los más diversos temas.

Ahora, los estudiantes, los curiosos o la gente que busque simplemente conocer más el mundo en el que vive; pero también ONG, expertos en derecho internacional, politólogos y periodistas disponen de una nueva herramienta, la Enciclopedia de Violencia Masiva. En este caso, no se basa "en la participación espontánea de los internautas", sino que es un compendio de artículos elaborados por investigadores, académicos y doctorandos en la materia. "Esto otorga fiabilidad al proyecto", indica su director, el historiador y politólogo Jaques Sémelin.

MÁS INFORMACIÓN
La 'Wikipedia' de los crímenes
La web es una iniciativa lanzada en 2004 por el Centro de Estudios e Investigaciones Internacionales de París junto con otras instituciones francesas y alemanas y está accesible en la Red desde hace unos días. Documenta y clasifica, en inglés, el conocimiento histórico sobre los crímenes, organizado por continentes, países y épocas, al tiempo que ofrece descripciones y análisis. Contiene índices cronológicos, estudios de casos concretos, contribuciones analíticas sobre violencia socio-política, un glosario de los términos más usados en estudios de genocidio así como análisis teóricos escritos por los autores más representativos en este ámbito.

Algunos de los artículos aún no aparecen completos. Según los autores, este retraso responde a los estrictos procedimientos científicos y académicos que siguen a la hora de elaborar los documentos. "Hemos querido convertir la enciclopedia en una web de referencia internacional para extender el conocimiento de la violencia masiva", subraya Sémelin.

El nombre de la enciclopedia no está elegido al azar. Los autores descartaron los términos "genocidio" y "masacre" porque creen que no designan todos los tipos de violencia de grupo, por lo que optaron por el de "violencia masiva". Con este término pretenden hacer referencia "al fenómeno humano de la destrucción colectiva por causas culturales, religiosas, sociales y políticas", añade Sémelin, que considera que el término se refiere a la violencia que sufre la población civil, "tanto en tiempo de guerra como de paz". Además de completar la información pretenden dar otro paso y traducir los textos de cada país a su lengua para que así pueda consultarla cualquiera en cualquier parte.
Mapa de Europa de violencia masiva

De entre los temas que hacen de la Guerra Civil española un tiempo histórico abierto, polémico y controvertido, prevalece el de la violencia ejercida en las retaguardias desde julio de 1936. El pasado de asesinatos, fusilamientos, fosas comunes, cárceles legales o clandestinas, torturas, incendios, campos de concentración y de trabajo forzoso aún hoy es elemento primordial del interés público sobre el enfrentamiento civil y, para muchos, constituye la sublimación de la Guerra Civil (Rodrigo, 2008). Pero poco cabe sorprenderse. La violencia en retaguardia, esa hija “necesaria” e “inevitable” de cualquier proceso bélico —y más, si es una guerra civil—, es un elemento crucial a la hora de explicar la guerra española por más que, en una escala global, ésta no sea tan relevante, ni desde un punto de vista tecnológico, ni en cuanto a pérdidas humanas como otros conflictos bélicos del siglo XX (Graham, 2006: 11). Y lo es, fundamentalmente, porque la violencia azul y la violencia roja —según los clásicos cánones cromáticos—, la franquista y la republicana —la terminología consuetudianariamente más aceptada—, la golpista y la revolucionaria, marcaron las vidas de miles de personas, mucho más que las operaciones militares.

Aproximadamente la mitad de las muertes atribuibles de manera directa al conflicto corresponden a las violencias en retaguardia, no a las bajas en los frentes bélicos. Y de hecho, durante los últimos seis meses de 1936 y, posiblemente, hasta bien entrado 1937, la causa de mortandad más importante en España no fue la guerra cuanto la violencia, la limpieza política desencadenada en las retaguardias. Para miles de personas, donde no hubo combates militares, la primera tuvo como única expresión la violencia (con sus múltiples adjetivaciones: política, social, religiosa, económica) y el terror. No fue locura colectiva. El asesinato en masa contemporáneo se caracteriza, siguiendo a Bauman, por la práctica ausencia de toda espontaneidad: destaca, ante todo, por su intencionalidad (Bauman, 1997: 118). De la misma manera, el encarcelamiento, la tortura o el asesinato de sacerdotes o jornaleros, militares o “burgueses” en las retaguardias tuvieron su propia utilidad, sus propias normas, sus propias lógicas.

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