viernes, 13 de junio de 2014

Cataluña 2014

Creo seriamente que el movimiento independentista es de mejor que le ha pasado a España en los últimos años. Mundial aparte. Y no, no es una boutade ni una provocación. Es una invitación política. A la demolición (controlada y sincronizada sería ideal) del R78 [régimen del 78].

Eso que Jordi Borja ha bautizado creo que acertadamente como Movimiento Popular Catalán (MPC) desligándolo, aunque sea para su uso y observación, de las cuatro barras y yendo a su músculo desnudo: gente organizada en la calle. Gente que además ni intenta la reforma del R78 sino su superación y que lo quiere hacer ya, en pocos años.

De hecho, el mismo tipo de gente que pudo estar en Sol, las mismas demandas de las mareas, la misma clase media depauperada, estudiantes, profesionales y el trabajador organizado. El mismo vértigo a la sociedad que nos han dibujado para cuando salgamos de la crisis. La misma desconfianza hacia el poder financiero de la troika y de Bruselas pero con un proyecto diferente, es cierto.

Y aquí es donde llegamos a uno de los meollos del problema. Utilicemos una encuesta reciente sobre las formas de Estado. Venía a decir que una parte territorializada de los españoles apostaba por un Estado unitario. En concreto, el 40% de los murcianos quería el Estado centralista mientras que, digamos, un 40% de los catalanes quiere la independencia. ¿Qué hacemos?, ¿cómo se soluciona esto?

Muy sencillo. Con libertad. Porque en este caso, el catalán no quiere obligar a un murciano a independizarse de España. Sin embargo,  muchos sí creen poder obligar a los catalanes a vivir tal y como ellos quieren. Viene aquí la otra palabra que lo solucionaría todo: plurinacionalidad. En España hay varias naciones políticas. Se divide la soberanía y entonces la vieja noción de libertad de los pueblos rearticula los que quieren centralizarse con los que desean bilateralidad.

Dos palabras, libertad y plurinacionalidad que no hacen daño a nadie y que, también, romperían el consenso mítico en el que se basa el R78 que, por si no lo han notado, es también  en sí mismo, un sentimiento identitario.

Abundemos pues en la divergencia de intereses entre los destituyentes españoles y los catalanes.

Uilizaremos ahora la metáfora del divorcio que no es la mejor pero que nos interesa. Con ella, podemos afirmar que la gente, en general, se divorcia DE no CONTRA. Es decir, el divorcio es una renuncia, una deserción, una derrota al fin y al cabo. En ningún caso un conato de agresión. Marchar no es agredir, es el movimiento contrario. Pos eso marchar de España no puede ser nunca una agresión, es conceptualmente imposible. Puede ser una decepción como lo es también para muchos catalanes comprobar que no nos encontramos a gusto dentro de este proyecto. La independencia catalana tiene, según se mire, un aire de derrota, de dimisión, de renuncia y tristeza por todo aquello que podía haber salido bien. Pero tras ellos, se abre la posibilidad fresca de una nueva forma política y de una relación igualitaria y respetuosa entre los pueblos de España. O, al menos, entre los catalanes y los demás.

El divorcio catalán es con el Estado español, no con los españoles. Eso es clarísimo e innegable. ¿O es que alguien piensa que un indepe con familia, novia, socios o recuerdos en cualquier lugar de la Península desea romper con ellos y no volverlos a ver? ¿Acaso el independentista, como aquellos viejos comunistas del franquismo, vuelve a tener rabo y cuernos?

No puede haber agresión ni insulto en la constatación de que estamos mal gobernados. Todos. Catalanes y el resto de pueblos españoles. Que el proyecto ha fracasado, y no por odio entre nosotros. No porque nuestras religiones, acentos o procedencias nos hayan separado. Ha fracasado porque quienes llevan casi cuarenta años gobernándonos nos han alejado. Nos han alejado del poder, de su examen y fiscalización. Y nos han hurtado de la agenda los temas relevantes que no podían tocarse en el 78 y que han desaparecido totalmente del debate. No es que no podamos vivir juntos, es que no podemos vivir bajo la misma oligarquía, la misma estructura de poder descarado e inamovible. Desde La Caixa a la duquesa de Alba. De la Audiencia nacional al Círculo Ecuestre.

jueves, 12 de junio de 2014

La gran noticia

Ha tardado lo suyo Rockstar en confirmar lo que todos sabíamos/esperábamos/deseábamos desde hace meses. Tantos como los que han pasado desde que GTA V salió a la venta para PS3 y Xbox 360. Vamos, que ya es oficial que el próximo otoño el esperadísimo sandbox llegará a nuestros discos duros. Curiosamente, la noticia se confirmó en la conferencia de Sony, cuando la compañía anunció la salida del juego en PS4 y otras plataformas. Era de esperar.
¿Alguien lo dudaba? ¿En serio? Habría sido el primer GTA en no aparecer en PC –la plataforma donde nació la saga, por cierto–, pero aunque a Rockstar le gusta hacerse la interesante, ha acabado por confirmar lo que rumores, filtraciones interesadas, especulaciones y demás venían diciendo desde hace meses: GTA V en PC será una realidad el próximo otoño. Eso sí, no pidas fecha oficial por ahora, que eso ya es mucho.

La cosa se confirmó anoche, durante la conferencia de prensa de Sony en el E3 2014, cuando se anunció que GTA V saldría para PS4 y otras plataformas, lo que afecta a Xbox One y PC. Como era de esperar, y Sam Houser confirmó, las nuevas versiones traerán mejoras gráficas –aunque no se sabe cuál es la plataforma “next gen” de referencia– al juego protagonizado por Michael, Trevor y Franklin –recuerda que GTA V tiene 3 protagonistas, no uno– y todo el contenido ampliado que ha ido apareciendo desde el lanzamiento de las versiones originales, incluido de serie.

En la versión PC, además, se incluirá un extra con un editor de vídeo pensado para la creación de películas. Además, Rockstar asegura que será posible transferir los personajes y progresos de GTA Online a una de las nuevas plataformas del juego, con lo que no perderás nada de lo consguido si decides apostar por una de ellas. GTA Online, por tanto, será también accesible, con todas sus funciones, para las nuevas versiones del juego.

lunes, 9 de junio de 2014

La Destrucción

China: una cadena de cangrejos atados a una cuerda
El país que presenta Qiu en El enigma de China (Tusquets Editores, 2014) es obscenamente transparente y aterradoramente próximo a, por ejemplo, la España anterior a esta crisis económica. Ambientada, como sus precedentes, en Shanghái, la última entrega de las peripecias del inspector jefe Che Cao retrata una megalópolis entregada en cuerpo y alma a la especulación inmobiliaria, fuente de rápidos ingresos millonarios para los políticos que recalifican y venden terrenos públicos, los constructores privados que levantan rascacielos y urbanizaciones y los particulares con acceso al dinero fácil. Suena familiar, ¿no?

        El enigma de China“La reforma inmobiliaria”, escribe Qiu, “es en realidad un inmenso chanchullo que sólo beneficia a los funcionarios del Partido, y que está inflando la economía hasta convertirla en una burbuja gigantesca”. La corrupción es, por supuesto, la hermana siamesa de esta fiebre del ladrillo: gangrena al poder y se extiende por todo el cuerpo social. Déjà vu, de nuevo.

       El Shanghái que describe Qiu es una ciudad en casi todo similar a cualquier metrópolis occidental: los muy ricos se van haciendo cada vez más ricos, las clases medias aspiran a disfrutar de las migajas del banquete y nadie atiende a los que caen en la pobreza y la marginación. Los símbolos de estatus son también idénticos: poseer automóviles alemanes de lujo, llevar relojes de grandes marcas suizas, ver la tele en pantallas extraplanas de muchas pulgadas, tomar café en un Starbucks, citar en inglés los latiguillos de las escuelas de negocios… Tan sólo el consumo de cigarrillos -abandonado por los saludables triunfadores de Occidente, pero aún vigente en China- y la tolerancia social con los poderosos que tienen concubinas –ahora llamadas pequeñas secretarias-, serían aún especificidades chinas.

          El enigma de China es la más amarga de las novelas policíacas de Qiu, hasta el punto de que deja al inspector jefe Chen al borde del cese o la dimisión. Ya no hay modo de terminar con la corrupción de la élite político-económica china; todo lo más, alguna que otra acción puntual de ciudadanos valientes puede poner fin a la carrera individual de tal o cual cargo. Esa acción se ejerce a través de Internet, utilizando con valentía los resquicios que deja el férreo control oficial del ciberespacio. Y si en alguna ocasión, como en el ficticio caso de Zhou Keng que constituye el argumento de esta novela, los denominados “ciudadanos de la Red” logran denunciar un ejemplo incontestable de podredumbre, el Partido Comunista hasta puede verse obligado a actuar. El corrupto así descubierto pagará con su cargo y hasta con su libertad o su vida el haberse dejado sorprender.

      China_CarsLa nave, no obstante, sigue su rumbo. “No es justo que sólo hayan castigado a Zhou cuando en realidad la situación se parece a una cadena de cangrejos atados a una cuerda: todos están conectados”, dice Fang, uno de los personajes femeninos de El enigma de China. “La brecha entre los ingresos y el modo de vida de ricos y pobres no dejaba de aumentar, la corrupción y las injusticias flagrantes se extendían por todas partes, los productos químicos nocivos abundaban en los alimentos cotidianos”, recapitula el narrador de la novela. A eso le llaman oficialmente construcción de “una sociedad armoniosa”.

        En 1967 el italiano Marco Bellocchio dirigió una película llamada La Cina è vicina en la que aludía a la influencia en jóvenes de la izquierda europea de las ideas maoístas de la llamada Revolución Cultural. Hoy sabemos que la Revolución Cultural fue un cruel fiasco, del que la China actual abomina, aún reivindicando a Mao como padre de la patria y gobernada todavía en solitario por su partido, comunista en el nombre, neoconfuciano en realidad. Y nadie reivindica la Revolución Cultural en la izquierda europea.

          Lo llamativo es que China sea hoy muchísimo más vecina nuestra que en la década de 1960. Y no sólo porque consumamos muchos de sus productos y porque las colonias chinas sean numerosas en América y Europa, sino, sobre todo, porque China se nos va pareciendo como una gota de agua a otra gota de agua. 

     

Shanghai
Shanghai

Ahora es la derecha occidental la que la cita a China como modelo. De largas jornadas de trabajo, de sueldos justitos, de escasos derechos cívicos y sociales.. y de fortunas colosales conseguidas en un santiamén. Está claro: lo que triunfó a finales de los años 1980 no fue la democracia, fue el capitalismo. La idea de que el más noble objetivo del ser humano es acumular riqueza se extendió como una mancha de aceite por el Este. El darwinismo social –el triunfo del más fuerte o el más adaptable- se convirtió en forma de vida universal. En China, cuenta Qiu, los denominados Bolsillos Llenos, esa gente que cierra los tratos comerciales “en la cena, junto a la máquina de karaoke o en la sala de masajes”,  son los maridos con los que cualquier familia querría casar a sus hijas.

        BugattiEn El enigma de China resulta también interesante otra semejanza con España, esta vez con la presente, con la de 2014. Los personajes de la novela que intentan estar bien informados renuncian a intentarlo en los diarios impresos, todos oficialistas, y se buscan la vida en el océano de la Red. “Al igual que un número creciente de ciudadanos chinos, Peiqin creía que no le quedaba otra opción que informarse a través de internet”, escribe Quiu.  “La gente”, añade, “confía en Internet cuando quiere conseguir información detallada sobre esos funcionarios que engordan como si fueran ratas rojas”.

        La novela negra está contando el siglo XXI mejor que cualquier otro medio o género, y de ahí su popularidad. En concreto, Quiu nos está relatando, novela tras novela, la evolución de China. Tanto en lo muchísimo que se va pareciendo a nosotros como en lo poco que va quedando de su tradición: la comida, los poemas y deliciosas rarezas como ese “romance del erudito y la beldad” al que sigue aspirando el inspector jefe Chen.

La Resaca

Elecciones Europeas 
Pedro Muñoz:
España:

lunes, 2 de junio de 2014

EL ANTISEMITISMO NUNCA SE HA IDO: LA QUENELLE Y LA EMIGRACIÓN A ISRAEL

Tres de cada cuatro judíos franceses han pensado en emigrar para huir del clima de antisemitismo que dicen sentir en su país. La inmensa mayoría de la comunidad, censada en medio millón de personas, la más numerosa de Europa, cree también que el Estado es incapaz de luchar contra el islamismo.
La diáspora de judíos franceses hacia Israel ha aumentado de forma espectacular en los últimos meses. Si en 2012 1.907 personas decidieron hacer la Aliá, el año siguiente fueron 3.280 las que se acogieron a las facilidades que ofrece la Agencia Judía para instalarse en Israel. Sólo en el primer trimestre de 2014, el porcentaje ya se ha incrementado en un 70%. Las cifras superan ya a las registradas en Estados Unidos, según manifiesta Natan Sharansky, antiguo refuznik, figura de la disidencia en la Unión Soviética, hoy presidente de la Agencia Judía para Israel.


Leer más:  Los judíos huyen de Francia - Noticias de Mundo  http://bit.ly/1hPrXBf
“No es muy agradable ser judío hoy en Francia”. Esta frase, pronunciada en inglés en el consulado francés de Nueva York hace dos semanas, le ha valido a su autor, Roger Cukierman, aceradas críticas de algunos patriotas de izquierda y derecha en su país. Cukierman es, desde 2013, el Presidente del CRIF, el Consejo Representativo de  las Instituciones Judías de Francia, y es también, vicepresidente del Congreso Judío Mundial.
En conversación telefónica con El Confidencial, Cukierman nos reitera las tres principales amenazas a las que hace frente la comunidad judía francesa: “La creciente popularidad del Frente Nacional, la radicalización de los musulmanes franceses y la hostilidad de la extrema izquierda antisemita”. El presidente del CRIF subraya que el 40% de los “crímenes de odio violentos” tienen como objetivo a ciudadanos judíos. “Hoy es impensable”, señala también como ejemplo, “que una persona pueda viajar en Metro con una kippa”.
Preguntado sobre el aumento de las personas que deciden emprender la Aliá, Cukierman explica también el deseo de muchos ciudadanos judíos franceses de buscar una situación económica mejor en Israel, dada la crisis que atraviesa su país.


Leer más:  Los judíos huyen de Francia - Noticias de Mundo  http://bit.ly/1hqLr4J

EL DEMONIO ES LA CLASE OBRERA

La explosión en una mina de carbón en la ciudad turca de Soma se ha dejado sentir más allá de la enorme tragedia que ha costado la vida al menos a 301 personas, según las cifras oficiales. El siniestro también ha reabierto la brecha que separa al Gobierno del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de una importante parte de la población, que culpa de la tragedia a las autoridades por no exigir unas condiciones de trabajo seguras en las minas.

Ayer, la policía tomó la ciudad de Soma, estableció controles y detuvo a decenas de personas para hacer cumplir la prohibición de protestar públicamente en la zona del accidente, informa Reuters. Las tareas de rescate se dan por terminadas.

Durante la semana se han sucedido enfrentamientos entre manifestantes y policía en Estambul, Ankara y en otras ciudades. El viernes, la policía antidisturbios usó cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a varios miles de personas que intentaban protestar en el propio centro de Soma, donde hay una estatua erigida en honor de los mineros. Por su parte, tanto el Gobierno como la empresa que gestiona la mina han evadido cualquier responsabilidad en el siniestro, del que aún se desconoce la causa exacta.

Estas escenas de protestas y represión policial recuerdan a las que se han ido sucediendo desde que hace casi exactamente un año se iniciaran las manifestaciones masivas contra el “autoritarismo” de Erdogan, centradas en el Parque Gezi de Estambul. El malestar social revivió en diciembre, cuando un escándalo de corrupción involucró a varias figuras del Gobierno, y continuó este año tras la aprobación de varias leyes que daban al Ejecutivo más control sobre el poder judicial y sobre internet, y también más poderes a los servicios de inteligencia.

Por su parte, Erdogan había culpado de las protestas a una supuesta conspiración internacional, y del escándalo de corrupción a los seguidores del clérigo islámico Fetulá Gulen, que habrían infiltrado las fuerzas de seguridad del Estado.

Estas explicaciones parecieron servir a buena parte del electorado porque, para desespero de quienes llevaban meses protestando, el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco) de Erdogan fue el más votado con diferencia en las elecciones locales en marzo, con un 45,5% de las papeletas.

“La mayoría silenciosa ha podido ver, gracias al discurso de Erdogan desde Gezi, que todo eso era una ingeniería política en contra del proceso de paz [entre el Estado y la guerrilla kurda del PKK] y por esa razón se movilizó para votar al AKP”, comenta Akin Ozcer, un exdiplomático turco y escritor.
“Hay que ver desde esa óptica la mirada de la esta mayoría silenciosa hacia la catástrofe de Soma", añade, “y quedará movilizada también durante las protestas callejeras que se esperan dentro de unos días para el aniversario de Gezi”.

El éxito en las urnas había dado confianza a Erdogan para presentarse como candidato en las elecciones presidenciales previstas para agosto, ya que no podría concurrir de nuevo al cargo de primer ministro debido a las propias normas del AKP.

Sin embargo, en esta ocasión el Gobierno lo puede tener más difícil a la hora de encontrar culpables para las protestas y el enfado de parte de la población que sí considera a las autoridades responsables de la tragedia en la mina.

Ankara no ha firmado la Convención sobre la Seguridad y la Salud en las Minas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y este país ocupa el tercer peor puesto del mundo en accidentes laborales por número de habitantes, según un informe de 2012 de la propia OIT, citado por diferentes medios.

Además, entre 1991 y 2008, más de 2.500 mineros perdieron la vida y más de 13.000 quedaron incapacitados en accidentes laborales y enfermedades relacionadas con su trabajo en el sector del carbón en Turquía, según un informe de 2010 del 'think tank' turco TEPAV. Ese mismo año, la Cámara de Arquitectos e Ingenieros también había señalado graves deficiencias en la seguridad en las minas de Soma. Y ya más recientemente, en abril la oposición presentó en el Parlamento una petición para investigar una serie de pequeños accidentes en estas minas que fue rechazada por el AKP.

Estos datos y la tragedia de Soma también ponen en cuestión el modelo de desarrollo económico de Turquía, cuyo PIB ha crecido al 5,1% de media anual desde 2002, año en que el AKP llegó al poder. Sus continuas victorias electorales también se han debido en parte a este rápido crecimiento económico, que le ha atraído el voto pragmático de cierta parte del electorado.

Cuando faltan dos semanas para que se cumpla un año del inicio de las protestas de Gezi, habrá que ver si el regreso de las manifestaciones y la enésima crisis de Gobierno consiguen apartar a Erdogan del poder, o si esa “mayoría silenciosa” y el voto pragmático seguirán apoyando las políticas del primer ministro de cara a las presidenciales de agosto.

A LO MEJOR YO HABRÍA EVITADO TODO AQUELLO. PROBLEMAS HISTORIOGRÁFICOS II

La historia contrafactual, llamada también historia alterna o historia virtual es el resultado de un ejercicio mental que responde a la pregunta «¿qué habría pasado si ...?».

Algunos historiadores, tales como Niall Ferguson, han promovido la historia contrafactual como un método válido del estudio de la historia. Sin embargo, la historia alterna es también una fuente de ficción comparable con la literatura fantástica o la ciencia ficción, en lo que se denominan ucronías. Todavía muchos historiadores consideran la historia contrafactual como meras especulaciones y la historia alterna más como un caso para la literatura de ficción que para el análisis histórico académico serio.

Independientemente del rigor académico, puede trazarse una línea clara entre la historia alterna o contrafactual y una ucronía o ficción histórica. Mientras la historia contrafactual parte de una premisa (condición contrafactual o punto de partida) y explora los posibles cambios en la historia, las ucronías suelen despreciar el proceso y utilizan la historia alterna como un escenario para desarrollar un relato de ficción.
La historia alterna puede partir del rigor académico por medio del cual, al intentar responder la pregunta «¿Qué habría pasado si ...?», y observar los cambios planteados, se puede comprender la importancia de un evento en particular, y analizar así si la premisa contrafactual fue o no determinante en un desarrollo histórico.

Con menos rigor académico puede ser fuente de especulación histórica. ¿Cómo sería el mundo si Alemania hubiera ganado la primera guerra mundial? puede ser un tema de conversación entre amigos quienes pueden analizar desde los efectos en la Copa Mundo hasta el calentamiento global, conclusiones que para un historiador podrían parecer descabelladas.

Por otro lado, la historia alterna, particularmente aquella que produce cambios notables respecto a nuestra historia, es un buen escenario para tramas de ficción, similar a la literatura fantástica o de ciencia ficción.

domingo, 1 de junio de 2014

LOS MALES DE LA HISTORIOGRAFÍA I: PRESENTISMO

A partir del presente comenzaremos una serie de artículos dedicados a demostrar que nunca existió un Jesús de manera histórica.

Hay que aclarar varias cosas antes de empezar este proyecto y para tener una correcta perspectiva. Hay que diferenciar al Jesús “Histórico” del Jesús “Mitológico”, la mayoría de los Ateos creemos que sí existe un Jesús mitológico; creo que negarlo es algo ingenuo. Hay un Jesús que la gente adora, que nunca existió de forma real y que fue creado o diseñado para ser el estandarte del Cristianismo. Esta representación “espiritual-material” de Dios es simplemente un motivo y objeto de adoración, presentando características similares al del resto de los “dioses-hombres” que los humanos hemos adorado desde tiempos inmemoriales. Este Jesús existe y es el que la gente reza y adora. Solo está en la mente de sus fieles seguidores. Pero el Jesús real, físico, que nació de una virgen, hizo milagros, resucitó de entre los muertos y subió en cuerpo hacia los cielos (todo esto de forma literal), es el que pretendemos negar y mostrar evidencias razonables de la poca probabilidad de su existencia. Cuando el Ateo dice “No creo en Jesús”, se está refiriendo precisamente al Jesús literal e histórico.

Como siempre lo he dicho; las personas tienen el derecho de creer en lo que deseen (incluso si es una obvia mentira) y de hecho la mayoría de los Cristianos lo hacen. Creen tanto en el Jesús mitológico como en el histórico. Inclusive si demostrásemos que el “histórico” nunca existió; de seguro aun quedarían millones de Creyentes que apoyarían los beneficios de creer y adorar al “mitológico”. Desde mi punto de vista esto no tiene sentido. Adorar y confiar inclusive la vida a una figura mítica, ficticia e irreal me parece incorrecto y hasta perjudicial. Equivaldría eso a adorar cualquiera de el resto de las figuras que los Cristianos siempre han considerado paganas y falsas. Incluso sería hasta más correcto y honesto el Islam, que a pesar de todos sus evidentes defectos, basan su fe en un personaje históricamente comprobable y real como lo fue Mahoma.
Todos sabemos que la principal fuente y evidencia que poseen los Creyentes de la existencia real de Jesús son los evangelios y las epístolas del Nuevo Testamento. Si descubrimos que entre estos hay fallas, contradicciones, errores, anacronías, falacias; por una simple relación de dependencia directa, el Jesús histórico desaparecería.

En artículos anteriores hemos cubierto gran parte de esos errores e incoherencias que presenta la Biblia con respecto a la figura histórica de Jesús. No tiene sentido repetirlos aquí. Veamos algunos de los artículos que nos muestran como ese Jesús bíblico está lleno de errores.

El colapso civilizatorio

Las palabras ‘colapso civilizatorio’ comienzan a aparecer con una inusitada frecuencia en los documentos oficiales de agencias de seguridad y organismos internacionales. Primero fue un estudio del Goddard Space Flight Center de la NASA en el que se advertía que la convergencia de las crisis alimentarias, energéticas, económicas (incremento de la desigualdad social) y del agua generará un colapso de la civilización en las próximas décadas. Unas pocas semanas después llegaba a semejantes conclusiones un panel intergubernamental de la ONU formado por 60 científicos y representantes de un centenar de países. Estos días ha sido el turno del Pentágono, que trabaja en la coordinación del “día después” (del colapso).

El informe del departamento de defensa norteamericano, llamado Conop 8888, tiene como objetivo instruir al ejército patrio para garantizar la supervivencia de la humanidad (incluso de las “poblaciones de países tradicionalmente enemigos”). Los autores del documento dibujan un escenario ficticio postapocalíptico, a partir del cual se diseñan diferentes estrategias para salvar a la población.

Las amenazas son diversas, pero el tema elegido para este “ensayo general” son los tan de moda zombis. Una metáfora para emular los retos a los que se deberán hacer frente cuando llegue el denominado “Day After Tomorrow”, como explicó la capitana y portavoz del Comando estratégico, Pamela Kunze, a Foreing Policy, la primera publicación que ha tenido acceso íntegro al documento desclasificado por el Pentágono.
El plan de contingencia para actuar ante un posible colapso de la humanidad consta de 31 páginas y fue diseñado en el año 2011. Desde entonces, un Comando Estratégico del ejército de EEUU se entrena bajo sus directrices en una base situada a las afueras de la ciudad de Omaha (Nebraska). En realidad, y según han informado al canal NBC fuentes cercanas al Pentágono, se trata de una “herramienta de formación” de militares que utilizan un “escenario ficticio” para instruirse en las labores propias de una gran catástrofe planetaria.
En un sentido menos catastrofista se expresaba en una entrevista a El Confidencial el científico Gerardo Benito, investigador del CSIC y uno de los siete científicos españoles que han participado en la redacción del último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. “Sin duda, el cambio climático incidirá directamente en los ecosistemas terrestres, particularmente en aquellas especies que no tienen capacidad o posibilidad de migrar o adaptarse a las nuevas condiciones, como los reptiles, los anfibios, etc., así como la vegetación. Otra amenaza importante es la erosión de la línea de costa y la subida del nivel del mar, que sin duda tendrá un impacto importante en el Levante”.