lunes, 27 de enero de 2014

La gran guerra vende

Hace ya un siglo desde la 1º Guerra mundial el conflicto estalló en el verano de hace un siglo, unas semanas después del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, el 28 de junio en Sarajevo. Pocas conmemoraciones históricas han provocado un aluvión similar de novedades editoriales y un debate tan profundo. La Primera Guerra Mundial es el conflicto más influyente, sobre todo para Europa, incluso más que la segunda, pero el problema está en que todavía no hay un acuerdo global sobre su origen.
 EL PAÍS y sus socios periodísticos europeos ('Le Monde', 'La Stampa', 'Gazeta Wyborzca', 'Süddeustche Zeitung' y 'The Guardian') hemos dedicado un especial al centenario de este conflicto, cuyas huellas pueden verse en muchos aspectos de la actualidad. Más allá de las fronteras europeas y de Oriente Próximo, profundamente marcadas por el resultado de aquella contienda que acabó con la desaparición de los imperios Austrohúngaro y Otomano, la técnica se convirtió en un elemento esencial de las guerras, el reclutamiento forzoso se generalizó, el movimiento obrero se hizo fuerte, estalló el movimiento de emancipación de la mujer y también el pacifismo.
Estoy sentado al sol en la trinchera. La lluvia que nos ha perseguido durante dos días ha cesado y el mundo debería parecernos maravilloso (…) pero la verdad es que es algo indescriptible. Trincheras, pedazos de equipo, ropa (probablemente manchada de sangre) municiones, gorras, etc. Pobres chicos muertos tirados por todas partes. Algunos son de los nuestros, otros de la Primera Brigada que pasó por aquí antes y muchos son alemanes. Todos los setos rotos y pisoteados, la hierba machacada sobre el barro, agujeros donde han caído las bombas, las ramas arrancadas de los árboles por las explosiones. Por todas partes los signos despiadados, duros y sombríos de la batalla y la guerra. Ya no puedo más



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